En el árbol de mi pecho
hay un pájaro encarnado

(…)

Gloria Fuertes (1962)

¿Por qué son importantes las emociones?

Las emociones están presentes en la vida de todas las personas, cómo estas influyen en nuestro
día a día puede variar en función de diferentes factores, por ejemplo, la circunstancia (momento,
lugar…) concreta en que nos encontramos, con quién estemos, nuestro estado de salud, nuestra
historia personal con ellas…
Las emociones son imprescindibles: reconocerlas, comprenderlas y permitirlas nos ayuda a
conocernos a nosotros/as mismos/as y a los/as demás, establecer objetivos y límites y, en definitiva,
a hacer elecciones conscientes y acordes con lo que es importante para cada uno/a.

¿Cuál es el origen de la palabra?

La palabra emoción viene del latín emotio, emotionis, nombre que se deriva del verbo emovere. Este
verbo se forma sobre movere (mover, trasladar, impresionar) con el prefijo e-/ex- (de, desde) y
significa retirar, desalojar de un sitio, hacer mover.

Pero entonces… ¿qué es una emoción?

Una emoción es una conducta:
● Puede ser una reacción ante una situación, en la que dicha situación modifica cómo
estamos, por ejemplo, puedes pasar de estar en calma a sentirte preocupado al recibir una
notificación de Hacienda.
● También puede ser una acción que busca modificar la situación, por ejemplo, si me enfado puedo conseguir que mi pareja me preste atención.

Las emociones modifican nuestra relación con el mundo:
● Hacen variar el valor de los estímulos (actitud favorable o desfavorable).
● Alteran la probabilidad de la conducta.

Un ejemplo: la culpa es una emoción que tiene que ver con los demás: supone sentir que has hecho
algo mal a alguien y tú eres el responsable. Suele ser probable que hagas algo para intentar reparar
ese hecho, con más probabilidad que si no te sintieras culpable, por ejemplo, ayudar a tu hijo/o a
hacer los deberes o permitirle que coja tu móvil.

¿Cómo actuar con flexibilidad psicológica ante ellas? algunas ideas:

Nota la emoción: ¿qué sensaciones corporales descubres?

Nombra esa emoción y busca si hay más de una, por ejemplo: siento rabia, pero hay tristeza “detrás”
de ella también.

Mira si hay pensamientos que acompañan a la emoción. Por ejemplo: “ya estamos con lo de
siempre, es que es imposible”.

Esa emoción: qué función cumple: ¿busca protegerme de algún peligro, avisarme de algo injusto?

Normaliza las emociones: son parte de nuestras vivencias como seres humanos en contacto con el mundo “exterior” e “interior”.

Valida lo que sientes: permite que tengan lugar en vez de rechazarlas.

Atiende a lo que haces:

¿de qué manera te hablas? por ejemplo: “no debería sentirme así”.

¿es así como quieres actuar de acuerdo a tus valores?

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